Un artículo de José Ramón Chves.
Tras tomarse la decisión gubernamental de congelar las retribuciones de los funcionarios así como el salario mínimo interprofesional, sin actualización para el año 2012, y teniendo en cuenta que el Indice de Precios al Consumo rondará el 2,5%, de hecho se dispondrá de menos dinero para las mismas necesidades, y por tanto el mecanismo para equilibrarse solo puede ser disminuir los gastos.
No se trata de resucitar las viejas clases de economía política ni aplicar austeridad espartana, sino guiarse por la intuición y el sentido común, así como por los consejos de la experiencia de quienes apreciamos. Así que, pese a que este blog se refiere al mundo del derecho público, me tomaré la licencia de tratarse del último día del año y recordar aquel viejo dicho inglés de que “ las leyes que no llenan el estómago de los súbditos no son leyes sino literatura”.
Por eso, permitidme que comparta con vosotros veinte medidas que en este año que se agota me han permitido un ahorro mas que sustancial. Alguno podrá considerarlas discutibles o no compartirlas radicalmente, e incluso si alguien tiene algo mejor que hacer, puede detenerse aquí porque posiblemente solo aguardan obviedades. Así y todo, comentaré lo que me gustaría que otros me hubieran dicho a tiempo por si a alguien sirve de provecho. Y por supuesto no pretendo dar publicidad a ninguna empresa ni llevo comisión ni nada por el estilo. Sencillamente comparto algo que puede ser de utilidad.
1. En telefonía móvil se gasta demasiado. La letra pequeña de las grandes operadoras (Orange, Movistar, Vodafone) va acompañada de la música de supuestos regalos envenenados de flamantes móviles, bajo la condición leonina de un contrato de permanencia de 18 meses ( ¡ casi nada!). El problema viene cuando mes a mes resulta difícil interpretar la factura, que crece y crece, e incluso conceptos y recargos extraños ( según horas, destinatarios, líneas,etc). Pues bien, tras mi peregrinaje por movistar, Vodafone y Orange, con una facturación media mensual en torno a los 80 euros, opté por cambiarme a Pepehone. Sí, como lo oís, Pepehone. Y sin bajar mi ritmo de llamadas he pasado a pagar no mas de 30 euros mensuales.
Para aclararlo, Pepehone es otra compañía telefónica ( depende de viajes Halcón, así que las oficinas donde informan, te entregan tarjetas o lo que desees, son las mismas que Viajes Halcón). Su ventaja es que gastan muy poco en publicidad y por tanto no tienen que cargártela en el precio de las llamadas. Tampoco te regalan terminales. Sin embargo, puedes darte de baja de forma instantánea. Haces el contrato por internet si lo deseas, de forma rápida, sencilla y son cumplidores. Hay una amplia gama de posibilidades pero baste decir que cobran a cualquier operador y hora…¡ menos de 3 céntimos minuto!, y si quieres internet (suficiente para visitar las webs y consultar el correo) pues lo tienes por …7 euros al mes. Además si llamas a “atención al cliente” rápidamente te atiende un ser humano y no el jueguito de pulse un número y otro hasta la casilla de salida con el consiguiente cabreo del cliente.
En suma, nadie regala nada, y contar con un terminal nuevo flamante no añade nada. Lo que importa es el ahorro mes a mes, y aseguro y certifico que con idéntico consumo he pasado a pagar la tercera parte.
2. Los bancos participan de la naturaleza de los carroñeros. Como los buitres merodean la presa, la picotean hasta desangrar y la devoran hasta la osamenta. Tras mi experiencia con un gran Banco nacional, casi treinta años con la nómina allí domiciliada, he comprobado la gran pérdida de tiempo que supone tener que consultar con lupa el numeroso correo que te envían (donde siempre intentan colar algo) y acudir a preguntar por qué nuevamente me cobran una comisión que habían jurado no cobrarían o qué concepto de escasa cuantía me han deslizado esta vez. Y aunque es verdad que tras perder un precioso tiempo en la cola y ante la ventanilla, te perdonan la vida y te quitan lo indebidamente cobrado, no es normal que si lo dejas estar, el buitre engorda, ni tampoco es normal que tenga que estar agradecido por devolverme lo mío. A ello se añade que cuando tenía que ingresar algún cheque, nuevamente me perdonaban la vida para no cobrarme “gastos de cobro” y además me advertían que hasta 48 horas como mínimo no estaría el dinero contabilizado a mi favor.
Pues bien, mi gran descubrimiento de este año ha sido ING Direct. Todo se hace desde internet , con gran facilidad, con gran fiabilidad, con total seguridad. Y además sin coste. Y Banca Holandesa, porque tal y como está la garantía de los bancos patrios, no debe olvidarse. Por si fuera poco, me devuelven un generoso porcentaje de los recibos domiciliados cada mes. Y vaya…si cada mes me reingresan 10 o 12 euros, pues bienvenidos sean. Me dieron la tarjeta de crédito visa oro y sin comisiones ni gastos ni zarandajas. Ah¡ y si hay que ingresar un cheque se acude a la oficina de la localidad de ING que también la hay, y el ingreso se hace en el momento y te lo contabilizan desde ya a tu favor. Todo ventajas, y he ahorrado en tiempo, en sorpresas y evitado bandidaje.
3. El español siempre ha sido muy aficionado a alternar. Y a comer o cenar fuera del hogar. Pues bien, no se descubre el Mediterráneo diciendo que hay menús del día de calidad y con variedad. Pero lo que quiero resaltar es que el ahorro brota no tanto de la obviedad de cotejar la competencia entre restaurantes por el menú mejor en calidad/precio como la conveniencia de no salirse una línea de la oferta del menú. En efecto, he observado que basta pedir un agua mineral, mas pan, una copa, el café, o cualquier extra para comprobar que aquél jugoso menú de 9 euros se convierte en la práctica en 12 o 14. Y si multiplicamos por los miembros de la unidad familiar, la desviación presupuestaria aumenta. O sea, a veces cuesta mas el pedestal que la estatua.
4. Todos hemos notado al repostar combustible al coche que cada vez cuesta mas llenarlo menos. De hecho, el billete de 50 euros no lo llena si se está en reserva. Pues bien, yo suelo repostar gasoil y comprobé una diferencia entre el gasoil normal y el gasoil plus, de varios céntimos que a la hora de llenar el depósito llega a…¡ cuatro euros!. Le pregunté a dos encargados de distinta gasolinera por la diferencia, y me confesaron que en la práctica ninguna pues los dos eran buenos, homologados y controlados. Y lo de distinto rendimiento del motor, una milonga. O sea, como en las bolsas de patatas fritas, se ve que pagamos aire al repostar.
5. Todos leemos el periódico. A veces en un bar o centro público, pero solemos tener el hábito histórico de comprar alguno. Si se piensa fríamente, a 1,20 euros el ejemplar, puede uno gastarse mas de 50 euros al mes en tal menester ( máxime cuando los domingos llevan recargo). Pues bien, basta entrar en internet para consultar esta web y de forma legal y gratuita convertirse en el ser humano mejor informado, y luego darse el gustazo de comprar los domingos el que nos plazca.
6. ¿Quién no tiene seguros?. De hogar, contra incendios, de vida, del coche,etc. Sumemos las cuotas anuales y saldrá “un pastón”. Ahora sencillamente hagamos memoria de dos datos. Primero, ¿cuántos incendios ha conocido de viviendas de sus conocidos o desconocidos en la última década?. Posiblemente ninguna y si lo hubiese posiblemente los desperfectos serían tan leves que serían sobradamente cubiertos con las dos últimas primas pagadas. Segunda pregunta, ¿ alguien ha consultado o ha sufrido en sus carnes el dar cuenta de una incidencia hogareña a su seguro de hogar y le ha sido abonada sin rechistar? Yo lo sufrí, al dejar toda la noche por error la encimera de la cocina quemándose y me encontré con la invocación de eso que llaman “riesgo de fumador” e incluso me dijeron que la condición para poder correr con los gastos era que hubiesen intervenido los bomberos (¡¡¡). Al final, hace cuatro años que me di de baja de todos esos seguros que se habían convertido en “impuestos revolucionarios”. Un ahorro colosal. Y eso sin olvidar que no cuesta nada dedicar media hora al año a hacer un “barrido” por la red, para beneficiarse de la competencia de las primas de los seguros que pagamos ya que casi siempre se encuentran ofertas interesantes y sustanciosos ahorros. Y por supuesto, si nuestro coche ha cumplido seis años, olvidémonos de seguros a todo riesgo, que las compañías en caso de siniestro total acudirán a valorarlo por una ridiculez.
7. Y hablando del correo. Será anecdótico pero no está de más saber que al enviar una carta certificada con acuse de recibo se van el triple de euros que si se manda por correo solamente “urgente”. Lo cierto es que por esta última vía, la seguridad es prácticamente absoluta de que llega el envío por el seguimiento idéntico a la carta certificada que se hace por los operarios de correo. Y se ahorra.
8.En cuanto a viajes, la red es un universo competitivo y transparente. Se puede acudir a Booking y reservar hoteles a precios extraordinarios y reservar los vuelos por Destinia que no cobra gastos de gestión y salen mas baratos cuanta mas antelación se reserven. En todo caso, por la red se ahorran las comisiones de las agencias ya que se evitan intermediarios así como los intereses a veces sesgados de aquéllas.
9. Siempre me he sentido cómodo en la tienda del barrio, pero lo cierto es que la crisis manda y las grandes superficies provocan grandes economías de escala. Basta con someter a la calculadora el ahorro real de las ofertas visibles (3X 2; 20% en el segundo producto,etc) y con esforzarse como Ulises amarrándose al mástil para no oir cantos de sirenas, en no comprar lo que no se necesita por muy promocionado que esté.
10.Finalmente, también se ahorra estando atento a los “días especiales”. El día del espectador en cuanto a cine resulta ventajoso. La comida a domicilio suele contar por semana con ofertas sumamente atractivas.
11.Tampoco hay que autoengañarse. No por matricularse en un gimnasio se adelgaza. Basta con imponerse únicamente el reto previo a matricularse en un gimnasio, de demostrarnos durante un mes que somos capaces de utilizar el tiempo de ida, entrenamiento y vuelta, sencillamente en pasear. Solo eso, que nos garantizará la forma física y el mejor mantenimiento, gratis total. Y si no somos capaces de disciplinarnos para ese sencillo paseo rutinario, tengamos la seguridad de que tampoco lo seremos para ir al gimnasio mas allá de la primera quincena.
12. La lectura es apasionante pero los libros costosos. No seré yo quien recomiende que no se compren en formato papel, pero si sugeriré que la inversión en un libro electrónico ( de 90 a 150 euros) es una inversión garantizada ya que los libros electrónicos son baratísimos, ocupan poco y se disfrutan al gusto del lector, además de existir un inmenso mundo de libros electrónicos gratuitos por ser obras de autores remotos. Recomiendo la lectura de este bellísimo artículo de mi admirado profesor Sosa Wagner.
En la misma línea de ahorro bibliográfico, quizás es hora de recuperar el viejo hábito de frecuentar la biblioteca pública. He acudido hace poco con mis hijos y he descubierto que existe una amplia oferta, que cubre libros y revistas así como cds y dvds…. Antiguos y novedosos..¡¡ todo gratis!!.
14. Tampoco está de más cuestionar varios mitos: el de que hay que tener un teléfono fijo en casa con sus cuotas ( ¡ el móvil se basta y sobra únicamente!); el de que hay que tener televisión por cable o una parrilla amplia (¡ con la de cadenas gratuitas que hay y el poco tiempo para ver las ofertas de la televisión contratada!), etc.
15. Volviendo a la telefonía, no está de más utilizar un sms para un mensaje corto en vez de llamar telefónicamente (mas coste y mayor duración), y si se cuenta con un teléfono de última generación ( iphone o similar) debe saberse que con la aplicación WhatsApp los mensajes sms salen…¡¡ gratis!!, y las llamadas telefónicas por la aplicación Viper salen… ¡¡ gratis!!. Increíble, pero cierto.
16. Y por supuesto, dado que las tarifas eléctricas inexorablemente crecerán, no olvidar los consejos clásicos: cambiar las bombillas por las de bajo consumo, apagar totalmente el stand-by de los aparatos durante la noche, llenar el lavaijllas y la lavadora al usarla, controlar el termostato de la calefacción ( no hace falta un amplio precalentamiento ni acercarnos al umbral de la ebullición), y optar por la ducha antes que por el gratificante baño.
17. Finalmente no está de más una actitud estilo teniente Colombo, y preguntar sin rebozo a los vendedores o profesionales las dudas sobre el producto o servicio. Es más, puede haber sorpresas agradables si repasamos las facturas de los restaurantes ( no ofende a nadie, solo a nuestra cartera si no lo hacemos), o los tickets de los supermercados ( ¡vaya si hay sorpresas!).
18. No tengamos reparo en acudir a “marcas blancas” pues hoy día la protección de los consumidores tiene tan alto umbral que tienen garantías sobradas, además de que es evidente que la inmensa mayoría de las “marcas no blancas” cuestan mas por razones de amortizar los enormes gastos de publicidad.
19. Finalmente, las tarjetas de fidelización se han generalizado, y aunque algunas solo ocupan sitio, otras son vivo ejemplo del “tacita a tacita”, con ahorros reales.
20. Por último, no tengo prejuicio hacia raza alguna, pero la inmensa mayoría de compras que se hacen en los bazares chinos acaban saliendo caras ya que por experiencia propia, he creído que podía salir del paso airoso, y después he lanzado maldiciones cuando el objeto no funciona, se decolora, se desgasta o sencillamente no sirve. Así que, recordemos aquí lo de que “lo barato sale caro”.
En fin, alguien dirá como Salomón, aquello de “nada nuevo bajo el Sol” pero solamente con que haya servido un solo consejo a un solo lector, me daré por satisfecho.
Publicado el 31/12/2011 en www.contencioso.es
Enlace permanente: http://goo.gl/HZhpF