Se acumulan hechos en
España que exigen una respuesta contundente de los empleados y empleadas
públicos, de la clase trabajadora y del
conjunto de la ciudadanía
PARA CCOO LA
DECISIÓN DE LOS MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL (TC) AL
INADMITIR LAS 26 RECUSACIONES CONTRA SU PRESIDENTE, QUE ESCONDIÓ SU MILITANCIA
EN UN PARTIDO POLÍTICO, VUELVE A CUESTIONAR LA INDEPENDENCIA DE
LOS PODERES EN ESPAÑA.
RATO,
IMPUTADO POR GRAVES DELITOS CONTRA LOS CIUDADANOS POR SU NEFASTA GESTIÓN EN
BANKIA, VUELVE A SER NOMBRADO PARA UN IMPORTANTE CARGO EN EL BANCO DE
SANTANDER, DONDE YA COBRABA 200.000 € EN 2008.
En
un país democrático, en el que todos los poderes deben respetar la constitución
y las leyes, que exige, entre otras de sus obligaciones, garantizar la independencia
y separación del poder ejecutivo, del judicial y del legislativo, innumerables
hechos, que se acumulan cada día, exasperan a la ciudadanía y ponen en cuestión
que dicha división de poderes se esté respetando por aquellos que deben
garantizarla.
Son
ya demasiados los hechos que han sucedido en los últimos años, y más aún en los
últimos meses, en nuestro país, de una extrema gravedad que ponen los pelos de
punta: decenas de casos de corrupción que afectan, entre otros, a máximos
dirigentes del partido que sustenta al Gobierno, y a muchos dirigentes de
multitud de entidades financieras rescatadas con dinero público, como Bankia,
Nova Galicia Banco S.A. (antiguas Cajas de ahorro de Pontevedra y Caixagalicia),
Banco de Valencia, Cataluña Caixa…., mientras la clase trabajadora en su
conjunto, los empleados públicos en particular, y la ciudadanía en general (con
más de 6 millones de personas en paro), sufren el acoso económico, laboral y de
eliminación de sus derechos, por los mismos responsables de esa escalada de
saqueo a la ciudadanía, que se atreven a hacerlo, con una falta de catadura
moral insoportable, y con los cínicos argumentos de la situación y la crisis
económica que vive nuestro país, a la que ellos mismos han arrastrado con sus
decisiones.
CCOO vuelve a denunciar públicamente como intolerables otros
dos de los últimos casos que han sucedido en estos días, vergonzosas
situaciones, que nos dejan nuevamente perplejos y que producen, entre toda la
ciudadanía, una terrible angustia e indignación porque, como mínimo, reflejan
la falta de control de los responsables de las instituciones democráticas sobre
decisiones y actuaciones que no deben ser toleradas, en ningún caso, porque expresan
hasta que punto la sociedad democrática está siendo engañada y vapuleada y dejada
en la mas absoluta indefensión.
Para el Sector de la Administración de
Justicia de CCOO es delirante que por los
magistrados del Tribunal Constitucional (salvo dos que anunciaron voto
particular en contra) se haya decidido rechazar la recusación del Presidente de
dicho Tribunal, que como hecho palmario y demostrado escondió su militancia en
un partido político (en concreto en el
PP, partido que sustenta en la actualidad al Gobierno y es parte interesada en
las leyes recurridas ante el TC) cuando presentó en el Senado su trayectoria
profesional para ser refrendado en el cargo de magistrado del TC. Además, ha
realizado informes y conferencias con una posición claramente favorable a la
reforma laboral que aprobó el actual Gobierno hace un año (BOE de 7 de julio de
2012) que hoy se encuentra recurrida ante dicho Tribunal, y ha tenido una
posición pública favorable a varias de las leyes que han sido recurridas ante
ese mismo órgano constitucional.
Para CCOO, constituye una vergüenza
inaceptable y un escándalo, que por el Banco de Santander se fiche para el
consejo asesor de dicha entidad bancaria a Rodrigo Rato, hoy imputado por la Audiencia Nacional
por presuntos delitos de estafa, de apropiación indebida, de falsedad
contable…, por su nefasta gestión en Bankia, a la que como
su máximo responsable condujo a su ruina, que ha conllevado además a la estafa
de miles de ciudadanos, al despido de miles de trabajadores y al clamoroso
engaño de las participaciones preferentes.
Rato
trabajó en este grupo en 2008 y cobraba 200.000 euros, para un trabajo que
consistía en asistir a dos reuniones al año, según las informaciones hoy
publicadas en los medios de comunicación. “Interesante”
salario para una persona que llevó al desastre a la segunda Caja de ahorros de España
de entonces y a miles de personas al paro y a la ruina.
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