Publicado en www.lavozdegalicia.es
Segalés, magistrado de lo social en Ferrol, fue muy amigo de Miguel Ángel Blanco, el edil asesinado por ETA
Jaime Segalés Fidalgo es un magistrado atípico. Su despacho, hasta ahora en el Juzgado de lo Social número 2, está decorado con un cartel de un grupo de heavy alemán, Rammstein. Mientras pone sentencias, en la estancia suenan clásicos roqueros. Si no tiene que entrar en sala, en rarísimas ocasiones viste corbata. Más bien lleva modernas camisetas que recuerdan sus tiempos de músico. Porque se pagó la carrera en su País Vasco natal tocando en bodas y fiestas. Y formó grupo con Miguel Ángel Blanco, el concejal asesinado por ETA, buen amigo suyo. Se incorporó a la carretera judicial por el cuarto turno.
Nació en 1968 en Eibar, acabó Derecho en 1991 con la única matrícula en Trabajo entre mil alumnos, diez años después era catedrático de la escuela de Relaciones Laborales del País Vasco, tras leer su tesis sobre la cláusula de conciencia en el ámbito laboral. En el 2004 se incorporó como magistrado suplente en el Tribunal Superior vasco y en diciembre del 2010 sacó plaza de juez. Luego pidió destino en Ferrol, donde ha cesado la pasada semana para regresar a un juzgado de su tierra.
-A usted se le recordará por las sentencias del amianto, en una de ellas ha fijado una indemnización de más de 200.000 euros por un fallecimiento de asbestosis, ¿cómo ve este problema en Ferrol?
-Creo que se va a producir un importante incremento de la litigiosidad en esta materia, que hará que se resienta la planta judicial de Ferrol, que ya tiene bastante con el resto de asuntos que le llegaban. Por eso creo que tendrá que haber algún tipo de refuerzo. Porque la instrucción de las causas por asbestosis demandan un atención singular, son complejas. Y con la carga de trabajo actual que ya cumple los módulos que establece el Consejo [Consejo General del Poder Judicial] el problema solo se puede solventar con un refuerzo de otro juez [actualmente son dos los jueces de lo Social en Ferrol].
-Con tantas reformas legislativas que liberalizan las relaciones laborales parece que los jueces del ramo se van a quedar sin jurisdicción, ¿no lo cree así?
-No. Una cosa es el retroceso de derechos y otra muy diferente la litigiosidad. Precisamente estos cambios en las relaciones laborales generan más litigiosidad. Las reformas legales provocan más actividad en los juzgados; no se puede perder de vista que muchas de estas reformas crearán problemas añadidos.
-¿A qué se refiere?
-Pues que llevarán a un traspaso de competencias de materia de lo Contencioso Administrativo a la laboral. Es decir, muchas cuestiones de funcionarios, que hasta hace poco se solventaban en la jurisdicción contenciosa, acabarán en la laboral [Social].
-¿Cómo conoció a Miguel Ángel Blanco?
-Se habían quedado sin bajista en su grupo y entré yo para ocupar el puesto. Nos veíamos con mucha frecuencia. De hecho, la semana anterior a que ETA lo matase, en 1997, tocamos en una boda en Iciar. Yo empecé a tocar con 14 años y de los 15 a los 20 me gané la vida como disjokey mientras estudiaba Derecho.
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