«La justicia está muy, muy atascada y es insoportablemente lenta»


8 de marzo de 2011


Entrevista a Miguel Ángel Gimeno, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cartalunya

Publicado en www.elperiodico.com

Miguel Ángel Gimeno
Miguel Àngel Gimeno tomó posesión de su cargo como presidente del Tribunal Superior de Justícia (TSJC) hace tres meses. Entre sus retos urgentes está paliar los efectos de los recortes y el ahorro de gastos planteado por la Generalitat.

-¿La justicia está colapsada?

-Está muy , muy, atascada. Colapsada aún no sería la palabra, pero se han de tomar medidas. Hay riesgo de colapso, aunque no en un plazo inmediato, sino medio, si no cambian las circunstancias.

-¿Qué circunstancias?

--Siempre es difícil establecer la respuesta ¿Con los casos pendientes en Catalunya, cuántos órganos judiciales se necesitan? Podríamos decir hasta el doble. Pero esto sabemos que no es posible. ¿Por qué? Porque es un gasto que no se puede soportar de manera inmediata. La otra cuestión es hacer un análisis de aquellos lugares que están más en situación de riesgo. Es evidente que esta organización de la oficina judicial no funciona, hemos de cambiarla y esto exige informatización, nuevas tecnologías, medios, herramientas y aplicaciones. Pero sobre todo organización.

--¿La nueva oficina judicial?

-Sí, el sistema actual funciona mal. Es una carrera entre más casos y más juzgados. Y siempre pierdes.

-Los litigios aumentan y no al mismo ritmo que los juzgados. ¿La solución pasa por crear más?

-No es la solución. Estamos en el siglo XXI y eso es del siglo XIX.

-¿Donde están los problemas?

-En la tramitación del pleito y en la ejecución de lo que decide el juez, porque la gente no cumple voluntariamente. No podemos permitir que haya muchos asuntos que entren y no se les dé una salida.

-¿La justicia es lenta?

-Es insoportablemente lenta.

--¿Por la organización?

-Efectivamente.

-¿La falta de personal?

--La dotación de personal ha de estar en función de la organización. Si tienes una organización antigua que se sustenta con personas, no en tecnologías, necesitas personal. Si se hace una evolución hacia una organización en la que el sistema depende más de tecnologías, no es lo mismo. La informática ahorra en rapidez, gestiona y pone orden.

-¿Sabe que hay jueces que no utilizan el correo electrónico?

-Sí, pero tienen poco futuro.

--¿Con una reorganización del personal y un sistema informático eficiente se podría solucionar parte del problema que se padece?

--La salida va por aquí. Lo que pasa es que la justicia ha sido durante muchos, muchos años, una administración olvidada. Está bajo mínimos.

-¿La Administración de justicia ha hecho la transición democrática?

-En su funcionamiento, no. Todo el mundo sabe cómo funcionaba una administración tributaria hace 30 años y cómo funciona ahora. Ningún gobierno, ningún partido, en toda la etapa democrática, ha hecho lo mismo con la justicia. A la justicia no se le ha dotado de herramientas económicas, de personal, jurídicas e, incluso, de concepción adecuada a la sociedad a la que ha de servir.

-¿Concepción adecuada?

-Nuestra legitimación como poder judicial depende de la confianza que tengan los ciudadanos en nosotros. Para contar con la confianza hemos de saber adecuarnos a la sociedad en la que vivimos. Los jueces debemos lograr transmitir imparcialidad. Nos podemos equivocar, pero no lo hacemos con una intencionalidad. La confianza se gana si el ciudadano siente que se le escucha, que tiene la oportunidad de decir lo que quiere, de alegar, de reivindicar su derecho y que le respondamos.

-¿Hay una voluntad política para arreglar los problemas?

--Sí que hay una cierta voluntad política, pero se acaba enseguida, se agota rápidamente cuando entramos en el día a día. Es indiferente que gobierne el PSOE o el PP; la nueva oficina judicial tendría que funcionar porque es la consecuencia de un pacto en el que todo el mundo estaba de acuerdo.

--Las medidas de control de gasto del Govern, ¿qué le parecen?

--Quiero hacer una lectura positiva. La realidad es la que es. Con una crisis económica intensa quien tiene la legitimidad democrática es el que ha de establecer prioridades. Es evidente que un recorte en el ámbito de justicia, que es una administración que ya esta bajo mínimos, no beneficiará. Lo que no tendría ningún sentido es que se recorte ahora y no se dé ningún paso sobre la implantación de la nueva oficina judicial..

-¿Cómo se podría solucionar la cuestión de la falta de recursos económicos? ¿El copago?.

-Al que no tiene dinero le hemos de garantizar que tiene acceso a la justicia, a la misma justicia que el que tiene dinero, pero a este seguramente le podremos exigir que tenga algún gasto. Por ejemplo, cuando una empresa reclama un impago, pues evidentemente esta empresa gana y no sería irracional que contribuyese a los gastos.

-¿Cómo le gustaría que fuese la justicia en Catalunya ?

-Me gustaría que el catalán pensara que es su justicia, que puede chillar y gritar cuando no le gusta y que aplauda cuando sí le gusta. Pero que es la suya. Y me gustaría que pudiésemos dar una respuesta adecuada en el tiempo, en el fondo y en la manera de tratar a las personas. Los ciudadanos deben tener la sensación que se les está atendiendo a ellos, a Joan, no a una persona, no a un número, no a un individuo sin nombre ni apellidos. Que se le atiende a él. Que se le está oyendo a él y se le de una respuesta a él, con su dignidad, etcétera.

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