Ley del tabaco: En contra y a favor


10 de enero de 2011




Almudena Grandes

Publicado en www.elpais.com

Soy fumadora. Jamás creí que algún día tendría que encabezar una columna con estas palabras, pero me siento en la obligación moral de hacerlo. Pago mis impuestos religiosamente, ningún juez me ha imputado delito alguno, llevo 30 años conduciendo sin haber provocado, ni siquiera padecido, un accidente de tráfico, y además, por fortuna -cruzo los dedos-, he causado a la Seguridad Social un gasto ínfimo en relación con lo que he aportado desde que empecé a trabajar a los 23 años. Sin embargo, fumo, y por eso soy un problema para España.

Un país, por otra parte, tan complaciente con la corrupción que los resultados electorales ni siquiera la reflejan, donde los teatros se llenan cuando actúan delincuentes presuntos o convictos, en el que hay jueces que consideran atenuantes de violación las minifaldas que llevan las víctimas, jurados populares que absuelven a asesinos de homosexuales y tribunales que consideran prescritos los principios de la justicia universal, mientras los programas de televisión que trafican con la inmoralidad arrasan en los estudios de audiencia en proporción a las delaciones y calumnias que son capaces de producir. Es aquí donde, de la noche a la mañana, los fumadores nos hemos convertido en un factor de alarma social, capaz de absorber la ira y la frustración de quienes han hallado en nosotros el único límite de su tolerancia.

Soy fumadora, pero, hasta el 2 de enero, la ley antitabaco no me preocupaba. Ahora, nada me preocupa tanto como la caza de brujas que ha desatado el Ministerio de Sanidad. Sigo sin entender el sentido de normas tan absurdas como la que ha acabado con la armoniosa coexistencia de intereses que imperaba en los aeropuertos, pero no la incumpliré. Tampoco denunciaré a nadie y, desde luego, no dejaré de fumar. No mientras el Estado español siga vendiendo tabaco en los estancos.

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http://www.elpais.com/articulo/ultima/Fumo/elpepuopi/20110110elpepiult_1/Tes



Ignacio Escolar

Publicado en www.escolar.net

En orden de aparición en cualquier discusión, tertulia o columna de opinión sobre la nueva ley antitabaco.

1. El Estado no es quien para decidir de qué me quiero morir. Pero sí lo es para proteger a los que no fuman y mueren por el tabaco ajeno. Cada año, entre 1.300 y 3.000 fumadores pasivos fallecen en España como consecuencia directa del humo del tabaco, según varios estudios médicos. Los más afectados son los trabajadores de la hostelería.

2. Es la ley más restrictiva de Europa. Es casi idéntica a la de Irlanda, Italia y Reino Unido, y muy similar a las que aprobarán otros países para cumplir con la política antitabaco de la UE.

3. Es una cortina de humo del PSOE para esconder la crisis económica. Pues fue negociada con el PP y aprobada por consenso, con el apoyo de la práctica totalidad del Congreso.

4. ¿Y por qué no se persigue el humo de los coches? Sí se persigue, aunque sea poco: hay controles sobre el nivel de emisiones en cada revisión de la ITV. Que un problema aún no esté resuelto no impide luchar contra otro (y tampoco puedes entrar en un restaurante con el coche encendido).

5. Es una ley hipócrita porque el Gobierno prohíbe el tabaco, pero cobra impuestos con él. El tabaco no está prohibido: se puede fumar en el 99% del país (al aire libre y en cualquier casa). También pagan impuestos los automóviles y no por eso se puede conducir por la acera atropellando peatones.

6. Va contra la libertad, la convivencia no debería basarse en prohibiciones. Pues todo nuestro sistema legal se basa en ellas y tu libertad termina donde empieza la de los demás. Como ironiza un amigo, “¿te molesta que coma mientras fumas?”.

7. Los bares no son un servicio público; el que no quiera fumar, que no entre. Los bares también son un centro de trabajo: el de los camareros. Y como dice Isaac Rosa, este argumento es reversible: el que quiera fumar, que se vaya fuera.

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http://www.escolar.net/MT/archives/2011/01/siete-falacias-contra-la-ley-del-tabaco.html


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