Miles de personas recorrieron las calles de Madrid, el 29 de noviembre, donde confluyeron las nueve Marchas por la Dignidad, bajo lemas como "No al pago de la deuda", "Ni un recorte más", "Fuera los Gobiernos de la troika", para reivindicar el derecho a "pan, techo y trabajo", así como en otras ciudades como Barcelona, Santiago, Sevilla, Bilbao, Toledo, Badajoz, Avilés (Asturias), Valencia o Valladolid
Entre los lemas que se pudieron escuchar destacan "Sí hay dinero, lo tienen los banqueros"; "Gobierno dimisión. Corruptos a prisión"; "Sí se puede" y "No hay pan para tanto chorizo"
La manifestación de Madrid comenzó su andadura a las 17:00 horas en la glorieta de Atocha, donde se unificaron las nueve columnas ciudadanas que partieron por la mañana desde distintos puntos de la capital. Siete de ellas se organizaron según su procedencia geográfica, una de ellas procedente de otros países, mientras que las otras dos estuvieron compuestas por la plataforma contra la impunidad del franquismo y la marea verde.
Entre las personas asistentes a la concentración con la que el movimiento 22M concluye su "semana de la lucha" para reivindicar el acceso de la ciudadanía al "pan, trabajo y techo", se encontraban representantes de CCOO, UGT-que convocaban bajo el eslogan dignidad y derechos-, CNT, Círculos de Podemos, IU, Equo, PCE, Alternativa Republicana, Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), movimiento 15M y dirigentes políticos como el coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara.
La manifestación llegó a la Puerta del Sol a las 19:00 horas sin producirse ningún incidente durante su transcurso. Al término de la marcha y en un escenario ubicado en esta plaza madrileña, un portavoz del movimiento 22M exigió el impago de la deuda "ilegal, ilegítima y odiosa", la existencia de un empleo "digno con derechos", una renta básica, el derecho a una vivienda y servicios públicos para todos y la ruptura del 'Tratado de Libre Comercio' entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP).
En España se está violando la Constitución porque la ciudadanía no tiene garantizado ni el "pan" ni el "techo" y ni el "trabajo". En España se sigue echando a gente de sus casas y la Constitución recoge el derecho a un vivienda digna. Se viola la Constitución cuando a miles de personas se las sigue desahuciando porque han perdido el empleo y no pueden seguir pagando.
En España hay recursos suficientes para garantizar estos tres derechos, y lo que falta es "voluntad política" para resolver estos problemas. Por eso las movilizaciones van a continuar hasta que consigamos que haya un día un Gobierno sensible a la Constitución, que la cumpla y acabemos con esta lacra que está deteriorando la convivencia, las personas y la democracia.
Mariano Rajoy, lleva mucho tiempo sin pisar las calles, sin ir a las colas del paro y sin ir a los comedores públicos, porque las previsiones que hace de la economía española no se corresponden, a su juicio, con la realidad. Eso que dice es una falsa ilusión que no es verdad. En la calle hay una realidad diferente a la que tiene en su cabeza el presidente del Gobierno.
El Sector de Justicia de CCOO también estuvo presente en las Marchas por la Dignidad.
