Esther Fernández, fiscala-jefe: "No todos los errores de la justicia son por un tema político"


29 de mayo de 2011


Publicado en www.xornal.com

"No he roto ninguna lanza; soy la primera mujer y el primer hombre que ocupa este cargo, porque es nuevo"

"En este trabajo, las cosas solo se pueden hacer con serenidad y la primera serenidad debe ser la personal"

Tiene cierta reticencia a las entrevistas, porque no siempre ha sentido que la Fiscalía era bien tratada por la prensa y, sobre todo, “por los juicios paralelos”. Sin antecedentes familiares en la justicia, decidió hacerse fiscal desde niña. “Yo creo que por las películas”, comenta. Poco le importaba que, para los demás, el fiscal fuera casi siempre el malo: “A mí me encantaba [risas]; y me sigue gustando mucho el juicio oral, me sigue pareciendo fascinante”. Uno de los que recuerda con más cariño fue el que se celebró contra el laudo arbitral que declaraba la extinción de todos los contratos de la Fábrica de Armas. “Lo recuerdo por la trascendencia que tuvo y porque después muchos me vinieron a dar las gracias”, evoca. Su balance, después de tres años en el cargo, es “positivo”: “Es mucho trabajo, mucha responsabilidad pero realmente merece la pena; se pueden hacer muchas cosas desde este puesto”.

Es usted la primera mujer que ocupa el cargo de fiscal jefe de A Coruña...

La primera mujer y el primer hombre, porque este cargo es nuevo. Antes no estaba dividida la fiscalía autonómica de la provincial. No podemos decir que haya roto una lanza en ese sentido por el hecho de ser mujer. Yo creo que eso es lo positivo, dar por hecho que se elija a la persona que se considera más capacitada y es el ideal al que tenemos que aspirar.

¿Un momento bueno en este tiempo?

Una de las cosas que más satisfacción me dio, y parece algo tonto pero no lo es, fue mejorar las condiciones de trabajo de los fiscales, cuando conseguimos ampliar el espacio. Hay muchas satisfacciones casi a diario, por las cosas bien hechas, sobre todo en los asuntos que han sido especialmente complicados. Incluso hemos sido carne de cañón por algún sector de la prensa sin tener demasiado conocimiento del asunto, cuando al final nos acabaron dando la razón. En la Fiscalía hay bastante buena relación entre los compañeros y cuando uno lo está pasando mal y está siendo injustamente tratado, lo pasamos mal todos. Y, si algo sale bien, también nos alegramos todos. Personalmente, aparte de la jefatura, me han elegido para el Consejo Fiscal y es una satisfacción muy grande porque es un cargo que se elige entre los compañeros.

Parece que solo se habla de la Justicia cuando hay problemas...

Va en el cargo, estamos acostumbrados. Es nuestra obligación hacerlo bien.

Pero debe de ser frustrante.

El que solo salgamos en la prensa cuando algo va mal tiene su interpretación positiva; es decir, sumas las veces que sales en la prensa y si lo comparas con el número de asuntos que tratamos y el número de veces que te han criticado o algo ha salido mal... no son tantas.

¿Cuántos asuntos pueden pasar por la Fiscalía en un año?

Huy, muchos. Este año, me parece que fueron, en diligencias previas, ochenta y pico mil. A ver, los datos concretos son [rebusca en su ordenador], en diligencias previas incoadas por la Fiscalía 82.948. De diligencias urgentes, 3.558. Y juicios de faltas, por ejemplo, se celebraron 5.257 con intervención del fiscal. Sumarios ya son menos, 39, y jurados se calificaron diez. Pero juicios, ante el juez de instrucción, se celebraron 5.257; en el juzgado de lo penal, 3.388; en la Audiencia 189. Esto solo en Penal. No se puede decir que estemos con los brazos cruzados.

Sin embargo, no todo el mundo tiene esta impresión.

Ya, yo creo que es por desconocimiento. Uno sabe lo que hace un abogado o un médico, pero el fiscal es el gran desconocido de la justicia, no se saben bien cuáles son sus funciones.

¿Con qué equipo de fiscales cuenta para acometer todo este trabajo?

En A Coruña estamos 33. En Ferrol son siete, y, en Santiago, 14.

En ese equipo tan grande, supongo que la mayoría serán hombres.

Pues no sé si ahora seremos mayoría las mujeres. Cuando yo llegué era yo sola, hace de esto 26 años. Pero la cosa ha cambiado mucho. Somos mejores estudiantes (sonríe).

Sin embargo, en los cargos directivos todavía se ven pocas mujeres...

Tiene una explicación. Uno de los requisitos es el tiempo: es decir, llevar equis años en una plaza y una categoría. En el Consejo Fiscal veo cómo se hacen los nombramientos y lo que se valora es la trayectoria y, sobre todo, su perfil para cada cargo. En absoluto se tiene en cuenta si es hombre o mujer.

Muchas entrevistadas me dicen que, en ocasiones, hay problemas para que haya cargos directivos femeninos porque pocas mujeres aceptan. Sin embargo, usted se presentó voluntaria...

Hay que respetar las prioridades de cada uno. Si esta situación se me hubiera planteado hace años, a lo mejor decido que hay otras cosas en mi vida que valoro más. El cargo surgió en el momento adecuado y yo tenía las circunstancias personales apropiadas. Luego debo de agradecer mucho el empuje y los ánimos de los compañeros. En un trabajo como este, hay que decidir y las cosas solo se pueden hacer bien con serenidad y la primera serenidad debe ser la personal.

¿Es lo más difícil de este trabajo?

¿Tomar decisiones? Te pasas el día haciéndolo. El sistema no es tan cruel como lo pintan, no nos dejan solos. La decisión que toma un fiscal siempre es supervisada por un fiscal jefe, con lo cual se consigue la unificación de criterios. Tenemos nuestras reuniones y eso hace que uno se sienta arropado. Y, a fin de cuentas, planteamos escritos; luego hay un juez que decidirá.

¿Se ha incrementado la delincuencia en los últimos tiempos?

Está muy estabilizada. En realidad, ha bajado un poco: este año disminuyeron las diligencias previas, un 2,9%, y las urgentes, un 8,1%. Las faltas es lo único que aumenta, pero poco.

¿Hay algún delito que preocupe especialmente?

Los robos aumentaron. En general, todos los delitos contra el patrimonio. Y el impago de pensiones, que creció más de un 25%. Todo esto tiene mucho que ver con la crisis. Y hay muchas lesiones también. Dentro de estas, la violencia de género, y la doméstica que van juntas, también aumentó un 12%.

Ahora tenemos un fiscal general gallego, un ministro de Justicia gallego... ¿Eso influye para bien?

No. Como no podía ser de otra manera. Si cada uno va a barrer para su pueblo, como que no está bien.

¿Cree que la justicia consigue ser independiente de la política?

¿Ideas políticas? Cada uno las suyas. Una cosa es tener ideas. Y otra, tu comportamiento. Yo puedo comentar en casa, con mis amigos, si me gusta una ley o no. Pero luego la aplico, punto, me guste o no. Es incuestionable. Yo creo que se sacan las cosas de quicio. No podemos decir que todos los errores que comete alguien es por un tema político. Por regla general, no es así.

CUESTIONARIO PARA LA IGUALDAD

¿Cree que es posible la igualdad?

Espero que sí. Será cuestión de tiempo. Llevamos pocos días y mil y muchos años de machismo. Es un problema de educación y de mentalidad. Uno pone las bases para que cambie pero, a veces, es como una planta; a veces el primer brote no es el bueno.


¿Alguna vez se ha sentido discriminada por ser mujer?

Yo no. De verdad. Ni en mi casa. Tengo un hermano y siempre nos han tratado igual. Estudiando, tampoco. La oposición es el sistema más igualitario que existe. Tonterías de corte machista por la calle, pues como todo el mundo pero en mi vida...


¿Qué piensa cuando escucha un piropo por la calle?

Casi me da pena. Normalmente, miras de quién viene y piensas: “¡Qué pena!”.


¿Cree que las mujeres deberíamos aprender algo de los hombres?

Con mi hijo he aprendido mucho: se complican mucho menos la vida que nosotros. A veces pienso que si yo lograra llegar a ese estado y evitar ese afán de perfeccionismo... No deberíamos ser tan estrictas con nosotras mismas.


Si usted fuera presidenta...

Es que yo nunca sería presidenta. Nunca me metería en política. Pero creo que es muy difícil hacer cosas cuando falta lo básico, el bienestar mínimo.

Dígame una mujer que admire.

Yo, hasta cierto punto, me he tenido que esforzar pero la verdad es que mi familia me lo facilitó mucho. Admiro a esas personas que han llegado donde estoy yo o más arriba, pero han tenido que estar cuidando de sus hijos o de sus padres... Sé lo que me ha costado lo mío y ha sido por un camino recto y fácil o, al menos, allanado, con dedicación exclusiva. Y pienso en quienes no tenían a nadie que les animara, sino que les exigía y que tenían que trabajar y quitar horas de donde no había. A esas mujeres las admiro mucho.

PERFIL

Asturiana de nacimiento, se hizo gallega por amor.“Lo tenía de novio allá y nos vinimos para acá”. Lleva de fiscal en A Coruña desde 1985 y, desde 2008, como fiscal jefe. Tiene un hijo, que no ha seguido sus pasos. “Está haciendo Ingeniero de Caminos, aunque tampoco me hubiera importado”, admite. Su nuevo cargo le deja poco tiempo libre aunque, cuando puede, le gusta ir al cine y quedar con sus amigos. “Me encanta echar una partidita de cartas de vez en cuando con mis amigas”, confiesa. La lectura es otra de sus aficiones.“Me gustó Cometas en el cielo y quiero leer [la entrevista se celebra al poco de presentarse] el que ha publicado mi compañero, Luis Anguita, Mi lugar, mi pequeño sueño”. Viajar también le apasiona: “Lo último que tengo en mente es volver a Egipto y hacer una ruta distinta, es un país al que siempre me gusta volver”.

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